Notes on the Second Workshop on Disaster Risk Management for World Heritage in the Caribbean
Between May 13 and 17, two representatives of the Archaeological Park and Ruins of Quirigua, a WMF project, participated in the Second Workshop on Disaster Risk Management for World Heritage in the Caribbean. The workshop, held in Havana, Cuba, was organized by the UNESCO Regional Office for Culture in Latin America and the Caribbean. José Crasborn and Maria Elena Molina from the Ministry of Culture and Sports of Guatemala had an opportunity to hear from other experts in the field about prevention and recovery methods that have been implemented at heritage sites affected by natural disasters in other countries. These lessons will serve a as resource in the ongoing development of a risk management plan for Quirigua.
José Crasborn wrote about some of the workshop discussions and his experience at the workshop. Some of the discussions he mentions are:
- The need for adequate planning, according to the nature of the site—although archaeological sites, museums, and historic centers may be affected from the same natural disaster, each requires a different planning approach.
- The importance of preventive measures—timely action in maintaining and protecting the site can reduce the extent of the damage and is ultimately more cost-effective than remedial measures.
- Importance of proper documentation and assessments of heritage sites
En mayo del presente año, gracias al apoyo del World Monuments Fund se tuvo la oportunidad de participar en el Segundo Taller de Gestión de Riesgo en el Patrimonio Mundial en el Caribe, llevado a cabo en la Habana, Cuba. En este evento Participaron profesionales de Cuba, Chile, Colombia, Aruba, Republica Dominicana, Haití, Holanda y Guatemala, quienes expusieron sus experiencias en la planificación y prevención de los diferentes riesgos, que ponen en peligro la integridad del Patrimonio Cultural, así como las formas más adecuadas para actuar durante y posteriormente a un desastre.
Uno de los puntos en los que se hizo mayor énfasis fue, la Planificación, la cual debe ir acorde al tipo de bien cultural que se pretenda proteger, ya que no es lo mismo la gestión de un sitio arqueológico, un museo o un centro histórico, los cuales aunque pueden ser afectados por el mismo tipo de riesgo, no pueden ser tratados de la misma forma ya que cada bien tiene sus características particulares, por lo tanto una medida que sea efectiva un lugar puede que no funcione en otro.
Así mismo es de suma importancia hacer una evaluación histórica de los riesgos o desastres a los que ha estado sujeto el patrimonio, debido a que muchos desastres por suceder en periodos muy largos (como los terremotos), pueden borrarse de la memoria colectiva con el paso de las generaciones y no ser tomados en cuenta dentro una planificación.
Otro de los aspectos más importantes de la Gestión de Riesgo, es la Prevención, ya que una adecuada inversión en la salvaguarda del patrimonio, puede minimizar o evitar los daños que un bien cultural pueda sufrir. Una de las lecciones aprendidas de la experiencia en Cuba, es que por cada dólar que se invierta en prevención, se estará ahorrando 7 dólares en un proceso en reconstrucción, esto es un punto importante ya que si bien, los desastres naturales pueden causar daños, la negligencia, la falta de mantenimiento o la ignorancia, pueden llegar a causar mayores problemas que un evento natural.
Un tema que puede parecer controversial, es ¿Que patrimonio debemos salvar en caso de un desastre?, si bien la vida humana en este tipo de eventos es prioridad, en el caso del patrimonio surgen varias preguntas como: ¿podemos salvar toda la colección de un museo?, ¿Quién se hará cargo de salvar una colección si el desastre es en fin de semana?, ¿El desastre puede dañar el Valor Universal excepcional de un sitio inscrito en la lista de Patrimonio Mundial?, estas y otras muchas preguntas surgen en cuanto al tema de la protección del patrimonio.
Por lo que es prioritario, contar con una documentación del mismo, hacer evaluaciones periódicas de los sistemas de alerta temprana y protección, contar con la infraestructura adecuada para su resguardo y especialmente que los técnicos y profesionales del patrimonio, así como los cuerpos de auxilio en caso de desastres, estén capacitados y tengan muy claro, el papel que debe desempeñar cada uno, al momento de la atención de un desastre.
Un aspecto muy importante, es que ninguna planificación por muy detallada que sea, puede ser efectiva al 100%, debido a que está sujeta a errores humanos o la falta de previsión de algún aspecto, por lo tanto, una vez que ha sucedido algún tipo de desastre, debe realizarse una evaluación de la efectividad del plan y corregir los errores cometidos. Luego de que ha pasado algún tipo de desastre y se han realizado las reparaciones correspondientes, inicia un nuevo ciclo en el que debe iniciarse la preparación, ante un próximo desastre.
La experiencia en general, durante este taller fue muy enriquecedora gracias al intercambio de ideas y experiencias con otros profesionales dedicados a la protección y conservación del Patrimonio Cultural, también fue una oportunidad para presentar nuestras propuestas para la gestión de riesgo, las cuales han sido generadas por la misma experiencia que se ha tenido ante los desastres naturales y es muy gratificante saber que muchos expertos en el tema estuvieron de acuerdo en que vamos por buen camino y que la Elaboración de un Plan de Gestión de Riesgo ante el Cambio Climático, estudio que cuenta con el apoyo de la World Monuments Fund, será una herramienta de mucha ayuda, no solo para el Patrimonio de Guatemala, sino de otros países en donde su patrimonio cultural, está sujeto a constantes riesgos.
José Crasborn